[1] La proclamación surgió como respuesta a la consternación de la comunidad internacional generada por los numerosos niños inocentes palestinos y libaneses que fueron víctimas de actos de agresión.
Este día fue concebido para crear conciencia sobre el sufrimiento de los niños afectados por conflictos en todo el mundo y para reafirmar el compromiso de proteger sus derechos.
[2][3] Se celebra anualmente el 4 de junio.
La elección de esta fecha tiene su origen en la sesión especial de emergencia sobre la cuestión de Palestina, reflejando la urgencia de abordar las atrocidades cometidas durante esos conflictos específicos.
[4] La primera conmemoración ocurrió en 1983,[5] buscando sensibilizar sobre los abusos físicos, mentales y emocionales que padecen los niños en contextos de violencia y guerra.