Cyrill Daal

Bajo su presidencia, el sindicato se opuso firmemente al Golpe de los Sargentos liderado por Dési Bouterse en 1980.

Los militares habían asegurado el transporte público gratuito para que su reunión, con Bishop como invitado de honor, fuese visitada por muchas personas.

En las semanas siguientes, el segundo hombre de Bouterse, Roy Horb, intentó llegar a un acuerdo con Daal y André Haakmat.

Daal fue llevado a la oficina de Bouterse junto con Surendre Rambocus, Jiwansingh Sheombar, Jozef Slagveer y André Kamperveen.

Allí, se habría arrodillado para suplicarle por su vida a Bouterse, y luego habría sido castrado, ya que Bouterse no consideraba que esta actitud fuese masculina.