Su vida y obras se relatan de forma ligeramente diferente en dos hagiografías medievales.
Se le venera como santo en diversas confesiones cristianas.
Fue ordenado sacerdote y obispo, pero cuando volvió a casa descubrió que su padre había fallecido y que por lo tanto se había convertido en rey de Cornualles.
Años después, en el lugar donde estaba éste se construyó la iglesia parroquial, y a su alrededor se formó un pueblo que en la actualidad tiene más de 10 000 habitantes (Caergybi, Holyhead en inglés).
La leyenda cuenta que en sus viajes para verlo eran siempre de cara al sol, y el rostro bronceado que adquirió hizo que se le llamara Cybi Felyn, Cybi el Bronceado.