Cuyancúa

Este ser anuncia la llegada de la lluvia y según los testimonios, no solo aparece una cuyancúa sino a veces lo hacen en grupo.Cuenta la leyenda, que al caer la noche, al norte de Izalko, se escuchaba una especie de graznido o chillido tenebroso, seguido de fuertes turbulencias bajo la tierra, este fenómeno se le atribuía a la Cuyancúa, lo que despertaba el pánico entre los lugareños, haciendo que se encerraran en sus hogares a tempranas horas.Personas que trasnochaban aseguran haberla visto de frente, comentan que el impacto de ver a la Cuyancúa puede provocar desmayos y la pérdida del habla por algún tiempo.[1]​ Por otra parte, la leyenda narra también, que donde la Cuyancúa escarba para echarse se forman nacimientos donde brota un agua limpia y fresca, razón por la cual en esos municipios existen tan hermosas vertientes.En el Centro Turístico Atecozol, en Sonsonate, se puede encontrar una imagen en piedra de este ser mítico.