Su estructura es la de una galleta sándwich con un centro fondant.
Tiene sabor a vainilla, y como tal se parece más al Bird's Custard que a la crema pastelera convencional.
Suele tener un diseño barroco elaborado impreso en ella.
Algunos supermercados británicos producen versiones propias, incluyendo variantes con sabor a limón, naranja, chocolate, café y coco.
El 90% de 7000 británicos encuestados consideraron la custard cream su galleta favorita.