La cultura almeriense se formó en la costa mediterránea de la península ibérica por influencias orientales hacia el 3000 a. C..
[cita requerida] Su llegada no fue en gran número pero se prolongó durante siglos y así influyó decisivamente en la cultura y la lengua e introdujeron un nuevo elemento étnico mezclado con la población local.
La fusión se produjo por el gran espacio de tiempo y el gran número de personas que participaron en estos contactos y los matrimonios mixtos que tuvieron lugar durante el mismo período.
Los emigrantes aportaron ídolos-placas de tipo Egeo, o tumbas colectivas derivadas de las Tholos características del Neolítico chipriota (hacia el 3700 a 2300 a. C.).
Las colonias constituidas eran auténticos núcleos de irradiación cultural hacia el interior, y dieron origen a las culturas megalíticas.