Sus utensilios de piedra estaban pulimentados y muestran una gran especialización.
Los cementerios se encontraban siempre en el exterior de una amplia zanja, aunque hay dudas si era meramente defensiva o simbólica, que separaba ambos mundos, el de los muertos y los seres vivos.
Las excavaciones han mostrado que los niños eran enterrados en jarrones de cerámica pintada.
Se encontraron casas muy grandes, rodeadas por otras más pequeñas, lo que puede indicar el uso comunal o bien la diferenciación de estatus entre los pobladores.
En las viviendas, se puede reconocer hogares para cocinar y/o calentarse, y unas plataformas que pueden ser para dormir.