Cueva de los Hornucos

[4]​ Por las mismas fechas, D. Carlos Navarro Morenés, D. Ricardo García Díaz, y D. Antonio Fernández Carpio, entran en la cueva, donde encuentran cenizales con carbón y restos de huesos de aves, y trozos de vajillas cerámicas a mano; días más tarde vuelve en compañía del padre Jesús Carballo, director del Museo Prehistórico de Santander, y el antropólogo Juan Uría.

Además de nuevos restos humanos y más piezas cerámicas, encuentran diversas piezas metálicas, como punzones, mangos y trozos de puñal.

Las cámaras más próximas a la boca son las que presentan evidencias de uso habitacional, mientras que galerías más alejadas fueron las destinadas a enterramientos o cámaras mortuorias.

La galería se desarrolla en un área aproximada de 600 por 200 m, entre carniolas y calizas del Jura.

En la actualidad, el agua discurre por niveles inferiores inaccesibles hasta salir al exterior en la misma entrada de la caverna, formando el arroyo Ricueva.