Cueva de Qesem[1] (en hebreo: מערת קסם) es un yacimiento arqueológico y paleoantropológico situado a 12 km al este de Tel-Aviv, en Israel, que está fechado en el Paleolítico Inferior.
Posiblemente ocupado por los primeros seres humanos y fechado entre 382 000 y 200 000 años antes del presente.
El sitio es ahora bastante importante en la antropología, porque arqueólogos israelíes y españoles informaron el 27 de diciembre de 2010 que ellos creen haber encontrado la primera evidencia hasta ahora de la existencia del hombre moderno.
[2] De confirmarse, este hallazgo podría cambiar considerablemente las teorías predominantes en la actualidad sobre el origen de los seres humanos, y sobre la base de nuevas pruebas con el tiempo llevaría a la gran revaluación de que el hombre moderno se originó en lo que hoy es Israel, en lugar de África como se pensaba antes.
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