[1][2] Antonio de León Pinelo, viajero experimentado e historiador respetado de la época, decidió compartir en un libro sus conocimientos sobre el chocolate con los interesados en el tema.
En el título original de la obra se reflejan las ideas que se tenían de esta bebida a principios del siglo XVII: tentaciones, fantasías y temores relacionados con el chocolate.
A propósito, el historiador Antonio Rubial García señala que:[3] Pinelo señala que el chocolate fue una bebida descubierta por los indígenas prehispánicos, reservada de manera exclusiva para nobles y sacerdotes, quienes la utilizaban con fines rituales.
En contraparte, cuando los españoles adoptaron la bebida, su preparación se vio modificada al añadirle productos como azúcar, vainilla y canela, en sustitución al empleo tradicional del chile.
Además, su consumo se extendió a otros estratos sociales.