Una cuesta es una forma de relieve producido por la erosión en aquellas partes donde los terrenos sedimentarios tienen sus capas ligeramente inclinadas.
Todo valle que desciende en el sentido del reverso (o sea en el de las capas o estratos) se califican como cataclinal, mientras que el valle que baja en la misma dirección del frente es anaclinal.
Un curso de agua que discurre en el mismo sentido de la pendiente cataclinal excava un valle consecuente, mientras que los afluentes perpendiculares al mismo dan valles subsecuentes u ortoclinales.
En ciertas partes, el frente presenta una mayor resistencia a la erosión y al retroceder por efecto de la misma, abandona un cerro isla (también llamado cerro testigo), rematado por la misma roca dura que constituye el reverso de la cuesta.
Una misma cuenca puede presentar una sucesión de cuestas más o menos numerosas.