También se practica en competencias locales como disciplina ecuestre autónoma.
Al mismo tiempo demuestra la capacidad del jinete para controlar el paso y la monta a campo traviesa.
Se pierde un punto por cada error que se comenta a lo largo del recorrido, como no saltar, superar el límite de tiempo, caerse del caballo, etc… Es posible tener la opción de elegir entre una ruta más fácil y lenta, o una más rápida y corta, pero más difícil.
Los recorridos llevan frecuentemente al jinete a través de campos y bosques, e incluso, puede que se deba abrir o cerrar algún portón.
Las vallas para los recorridos del cross-country intentan imitar a los obstáculos que se encuentran al cabalgar por el campo, como setos, muros, agua… Estas son sólidas y no ceden si chocamos con ellas, es decir, no se caen.