Las oscilaciones diarias en la cantidad de proteínas necesarias para la absorción o metabolismo del fármaco dan como resultado una farmacocinética circadiana.
Las oscilaciones en los sistemas fisiológicos dirigidos por estos fármacos, dan como resultado una farmacodinamia circadiana.
Muchas convulsiones ocurren en patrones diurnos, de sueño/vigilia, circadianos o incluso mensuales.
Los primeros ensayos en epilepsia sugieren que la cronofarmacología puede proporcionar un mejor control de las crisis en comparación con el tratamiento convencional en algunos pacientes.
Esto puede ser un efecto directo a través de vías compartidas de los sistemas circadiano y opioide, o bien un efecto indirecto a través de variaciones diurnas, en las hormonas o péptidos opioides endógenos que cambian rítmicamente la respuesta al dolor y a la respuesta analgésica al fentanilo.