Como acto seguido, Cromemco quiso desarrollar un microcomputador más asequible, un computador personal.
El C-10 podía utilizar una o dos disqueteras para leer y escribir discos flexibles de 5 ¼ pulgadas.
Según Ángel Kuri Morales de Micromex, el distribuidor del C-10 en México, cuando el IBM PC-AT fue lanzado “El resultado fue espectacular.
Las nuevas máquinas inundaron el mercado e hicieron obsoletos los sistemas basados en los Z80.”[6] Cromemco continuaba la producción del C-10, pero IBM ganó la mayor parte de la cuota del mercado de los computadores personales.
El computador C-10 usado en Monroe High School es notable porque se utilizó en la escuela secundaria por 26 años, desde 1982 hasta 2008.
En los ochenta en la recepción del espléndido Hotel Colón Internacional en Quito se encuentra un Cromemco C-10 instalado por Compusystems.
[10] En 2018 el Cromemco C-10 que fue usado por 26 años en la escuela secundaria de Monroe, Míchigan fue aceptado en la colección del prestigioso museo Smithsonian.