Criterios de Bradford Hill

En 1965, el estadístico inglés Austin Bradford Hill propuso un conjunto de nueve criterios para proporcionar pruebas epidemiológicas de una relación causal entre una presunta causa y un efecto observado.Por ejemplo, demostró la conexión entre el tabaquismo y el cáncer de pulmón.La lista de los criterios es la siguiente:[1]​ Los criterios de Bradford Hill han sido ampliamente aceptados como directrices útiles para investigar la causalidad en los estudios epidemiológicos, pero su valor ha sido cuestionado porque se han vuelto algo anticuados.[8]​ Otros argumentan que el estudio específico del que se han obtenido los datos es importante, y aunque los criterios de Bradford Hill pueden aplicarse para probar la causalidad en estos escenarios, el tipo de estudio puede descartar la deducción o la inducción de la causalidad, y los criterios sólo sirven para inferir la mejor explicación de estos datos.También se han utilizado en estudios epidemiológicos no humanos, como los relativos a los efectos de los plaguicidas neonicotinoides en las abejas.