Santísimo Cristo de San Felipe (Carmona)

Este hecho significativo nos evidencia la extraordinaria devoción que ya gozaba en esta época por el pueblo de Carmona.

Más tarde, esta enorme devoción desencadenaría la creación de una cofradía con el título “Cofradía del Santísimo Cristo de San Felipe” y cuyas reglas antiguas datan del año 1616.

Actualmente se encuentra en la parroquia de San Bartolomé, donde espera una urgente y muy necesaria restauración, ya inaplazable.

No obstante, a modo informativo, podríamos apuntar que aunque en un principio eludido en los primeros años del cristianismo, la Crucifixión adquirió durante el siglo VI un notable auge.

En un principio, representando la imagen de Jesús, vivo con los ojos abiertos con larga túnica y sujeto por cuatro clavos; y más tarde en el siglo XIII se representará ya la figura de Nuestro Redentor muerto en la cruz, con el rostro inclinado, cuerpo flexionado, y coronado de espinas.

El concepto iconográfico en la imaginería cristífera medieval, responde a la plástica del pensamiento teológico-filosófico de la época.

La escultura de este Santo Cristo representa al Redentor muerto, fijado al madero por tres clavos; su cuerpo, de acusada frontalidad, se inclina suavemente a la derecha, con brazos desproporcionados y ligeramente flexionados y desplomados, presagiándonos el incipiente naturalismo.

Posee noble y bella cabeza con cabellos trabajados a gubiazos poco marcados.

El estudio anatómico de este crucificado por detrás es muy simple, ya que la escultura responde al fin para la que fue concebida; estar a gran altura en la viga de imaginería en el presbiterio, y no como imagen procesional.

Señor de la Amargura