Los soviéticos controlaban la parte oriental de la ciudad, los norteamericanos el sur, los británicos el oeste y los franceses el norte.
En estas circunstancias, Berlín había sido dividida en cuatro zonas y se encontraba en el centro de la ocupación soviética.
Los continuos problemas entre los antiguos aliados sobre Berlín marcaron uno de los asuntos más importantes durante la Guerra Fría.
Los aliados occidentales, para llevar a cabo su plan de un gobierno común, crearon una nueva moneda que se usaría en sus zonas.
Este bloqueo consistía en cortar todo tipo de comunicaciones construyendo una alambrada entre Berlín y la Alemania Occidental.