Estos desplazamientos son los que originan los suelos estructurados, caracterizados por una clasificación natural de las partículas según su tamaño.
Además, al ocupar el hielo más volumen que el agua líquida, se produce un hinchamiento del suelo y la expulsión gradual de las partículas más pequeñas (grava), lo que constituye el fenómeno llamado crioexpulsión.
Estas gravas suben a la superficie, y a causa del abultamiento del suelo, se deslizan hacia las grietas que forma el hielo.
[2] Este tipo de estructuras poligonales se han observado en Marte.
Las gravas no solo se evacuan hacia las grietas entre las células, sino también a lo largo de la ladera, de forma que los polígonos se estiran hasta formar estrías.