La provincia romana de Creta y Cirenaica (en latín, Creta et Cyrenaica) fue una provincia senatorial del Imperio romano creada en 20 a. C. Territorialmente, comprendía la isla de Creta y la región de Cirenaica, en la actual Libia.
Limitaba al este con la provincia de Egipto y al oeste con la de África El faraón egipcio Ptolomeo VIII legó el territorio de Cirenaica a su hijo natural Ptolomeo Apión quien, a su muerte en 96 a. C. dejó el reino en herencia a la República romana.
En 71 a. C. el pretor romano Marco Antonio Crético atacó Creta, aunque fue repelido.
Por ello, Roma envió a la isla al cónsul Quinto Cecilio Metelo Crético con tres legiones.
La provincia desapareció en el año 297 con la reforma administrativa del emperador Diocleciano.