El centro de la ciudad está situado sobre un promontorio en el que la catedral constituye el punto culminante.
Destruida por los Normandos en el año 866 fue necesario esperar hasta el siglo XI, cuando llegó a Coutances el obispo Geoffroy de Montbray, compañero de Guillermo el Conquistador para verla renacer con su nueva catedral, y unas fundaciones religiosas.
Raptaron al obispo Arthur de Cossé y le obligaron a recorrer la ciudad montado, de espaldas a la cabeza, sobre un asno con una mitra, la cola del mismo entre las manos del obispo.
Una empresa láctea fabrica, entre otras cosas, el coutances un queso con denominación de origen.
En lo concerniente a la alta tecnología, una empresa de Coutances fabrica los circuitos impresos.