Este primer desfile se realizó frente al edificio de la Aduana.
En 1936 vuelve el carnaval aunque de forma más modesta adquiriendo fuerza entre 1940 y 1945.
El atractivo principal eran las comparsas municipales que tenían nombres como «Los Improvisadores» o «Los alegres Muchachos».
En la década de los 50 se animaron las chicas a participar en los corsos, marcándolo con elegantes y exóticos bailes.
Hasta 1985, los carnavales se realizaban en la ex-Zona baja de la ciudad -generalmente sobre las calles Juan L. Mallorquín o Mcal.
Por ejemplo, hacia finales del siglo XX y principios del siglo XXI, se realizaban un fin de semana completo (jueves hasta domingo).
Luego fueron variando de cuatro a seis noches al año (alternando entre 1 a 3 viernes, sábados y/o domingos de enero, febrero y hasta marzo en ocasiones).
En 2017, los carnavales se realizaron sólo seis noches al año, esta vez divididas en cinco sábados y un viernes.