Corrupción en Rusia

[19]​ La dimensión promedio del soborno aumentó durante la presidencia de Dmitri Medvédev.

Según Sergei Ivanov, el jefe de gabinete del Kremlin, las esferas más corruptas en Rusia (en términos de corrupción doméstica) son la atención médica, la educación,[23]​ la vivienda y los servicios comunales.

En comparación, algunos expertos independientes sostienen que la corrupción consume hasta el 25% del PIB de Rusia.

[29]​ Muchos expertos admiten que en los últimos años la corrupción en Rusia se ha convertido en un negocio.

Además, los empleados estatales estaban obligados a proporcionar información sobre sus ingresos, bienes muebles e inmuebles, depósitos y valores bancarios, así como pasivos financieros.

Se ha convertido en un lugar común y caracteriza la vida de la sociedad rusa".

Por lo tanto, las empresas deben asegurarse activamente de cumplir con la nueva enmienda a la Ley Anticorrupción.

La corrupción tiene una conexión obvia con el lavado de dinero, ya que los activos robados por un funcionario público corrupto son inútiles a menos que se coloquen, superpongan e integren en la red financiera mundial.

La ley aumenta el control sobre las operaciones financieras de las empresas y los ciudadanos.

Las reformas más importantes para las empresas son las que modifican la regulación de la actividad bancaria.

Permiten a los banqueros exigir al cliente la divulgación del propósito de la transacción.

Sin embargo, hacerlo puede impedir la realización de negocios, incluido el posible retraso en los pagos.

Se incluyó una orden relevante en el Plan Nacional de Lucha contra la Corrupción para 2014-2015.

[37]​ La Fundación Anticorrupción es una organización sin fines de lucro con sede en Moscú establecida en 2011 por el activista y político Alexey Navalny.

Su principal objetivo es investigar y exponer casos de corrupción entre altos funcionarios del gobierno ruso, lo que han estado haciendo con éxito durante los últimos años.

[46]​ Los autores escriben, "cada pequeña interacción con los funcionarios estatales implicaba el pago de una tarifa a los empleados, y tales tarifas, aunque técnicamente ilegales, eran tan comunes y comúnmente aceptadas que se ingresaban en los libros de cuentas junto con otros gastos operativos.

Por otro lado, estos pagos 'rutinarios' eran realmente bastante pequeños, especialmente si se distribuían per cápita entre toda la comuna...

Sin embargo, incluso un nivel tan bajo de extracción per cápita habría permitido a los funcionarios clave del distrito acumular cantidades significativas, como mínimo triplicando sus salarios".

Manifestación en el parque Presnenskiy, Moscú. Debido al 20° aniversario de los acontecimientos de octubre de 1993. [1]