Desde su invención, mucha gente se ha opuesto activamente al uso de HTML en el correo, por varias razones.
Algunas de las personas que antes se oponían fervientemente al correo HTML ahora lo consideran una práctica inofensiva.
La mayoría de los usuarios prefieren recibir correos HTML en vez del texto plano.
En el peor caso, el destinatario verá el código HTML en vez del contenido.
Entre los clientes que sí admiten el formato HTML, algunos no son consistentes con las especificaciones del W3C, y muchos clientes de correo directamente no siguen los estándares, lo que puede causar deficiencias de visualización.