Corpus pelagianum

Se ha transmitido en un complejo conjunto de copias de unos originales perdidos, cuyo orden ha sido estudiado por Enrique Jerez.[2]​ Pelayo es la fuente más importante para la división del reino que tuvo lugar tras la muerte de Fernando I de León y Castilla (1065); y fue testigo ocular contemporáneo de los reinados de Alfonso VI y Urraca.Estas versiones se constituyen en tres familias: En puridad el Liber chronicorum denomina específicamente al núcleo de las crónicas contenidas en las compilaciones A y B, pero no a las del Codex vetustissimus ovetensis, que también formaría parte del Corpus pelagianum y sería su versión más primitiva y la compilación menos extensa.El Liber chronicorum concluye con una obra del propio Pelayo, el Chronicon regum legionensium, que no está presente en el Codex vetustissimus ovetensis.Asimismo Pelayo interpoló en sus fuentes noticias de su propia autoría, con un propósito bien definido y un planteamiento siempre coherente con su ideología y el mensaje histórico que quería transmitir.
Folio 18 recto del manuscrito 2805 de la Biblioteca Nacional de España , del siglo XII , que contiene una familia intermedia de la evolución del Corpus pelagianum , la denominada Compilación A . La miniatura es una Inicial P que quizá representa al obispo Dulcidio rodeado de monstruos y grifos .