Este cuerno es modesto pero bien aparente en la hembra, y grande (enorme en algunos casos) en el macho, que lo tiene claramente incurvado hacia detrás cerca de la punta.
El macho y la hembra participan conjuntamente en esta tarea que se realiza cerca del lugar donde encuentran los excrementos.
Al fondo del túnel excavado, en la cámara, almacenan el excremento que posteriormente dividen en porciones.
El macho puede permanecer con la hembra en la cámara aunque no participa del cuidado de los huevos.
Es la dehesa el hábitat que mejor parece sostener las poblaciones de estos coprófagos.