Convento de los Carmelitas Descalzos (Toledo)

El edificio dispone sus dependencias en torno a un patio, cuyo piso principal lo forman cuatro galerías, con bóvedas de medio cañón con lunetos; salvo en los tramos de esquina, que están cubiertos con bóvedas de aristas.

La iglesia es de planta rectangular, estructurada en tres naves; aunque los tramos de las laterales quedan marcadamente individualizados, a modo de capillas, por sus bóvedas cupuliformes.

Tiene nave central de doble ancho, más alta que las laterales, amplio crucero de brazos cortos, en cuyo tramo central se levanta una cúpula sobre pechinas, así como la capilla mayor y un amplio coro, en alto, a los pies del templo.

Se disponen yeserías decorativas, de libre diseño, en consonancia con la práctica habitual del seiscientos toledano, tanto en las bóvedas del crucero y del presbiterio como en la cúpula.

La portada en piedra es de tipo retablo-cuerpo y ático con hornacina y presenta, como soportes fundamentales, no ya columnas, sino pilastras toscanas.

Retablo mayor de la iglesia del convento