Su arquitectura presenta características gótico-renacentistas y desde su fundación en el siglo XVI lo habita sin interrupción una comunidad de monjas dominicas de clausura, tratándose del más antiguo cenobio vitoriano conservado y con vida religiosa.
VIII centenario de las Dominicas Contemplativas, que sacó a la luz por vez primera el patrimonio artístico y devocional atesorado por las monjas desde hace siglos.
[1] Se trata de una construcción formada por dos núcleos: la iglesia y el convento, propiamente dicho.
El retablo mayor, adosado a un ábside de tres lienzos, es una obra barroca del siglo XVIII.
El patio, no visitable por hallarse en la clausura, lo componen galerías sostenidas por austeros arcos ligeramente escarzanos y apoyados en pilastrones de sección cuadrada.