Es el santuario principal de San Juan Bautista en la capital rusa.
La madre superiora fue declarada culpable y condenada a morir.
El 1812 Incendio de Moscú redujo el monasterio a cenizas.
El convento fue clausurado y el recinto estuvo vacío hasta la década de 1860, cuando Mikhail Bykovsky diseñó un nuevo complejo.
Después de la Revolución rusa el convento fue disuelto y no revivió hasta el 2002.