Toda ella está realizada en cuidada sillería de piedra arenisca sin decoración figurativa alguna.
Partiendo de la construcción original de la iglesia, con la fundación del convento a mediados del siglo XVI se adosan tres alas a su muro izquierdo, todo ello organizado en torno a un claustro central rectangular.
Las nuevas alas junto con la Iglesia constituyen el cuerpo central fundamental del convento y en ellas se disponen las dependencias de las monjas.
En este cuerpo se disponen en planta baja cocinas lavandería con tendero, almacén y dependencias relacionadas con la explotación agrícola.
En planta primera se disponen celdas, aseos, almacenes y biblioteca.