Una vez que el Convenio de Basilea entró en vigor, varios países menos adelantados (PMA o PMD) y ONG argumentaron que las acciones basadas en el convenio no eran lo suficientemente fuertes y exigieron la prohibición total del envío de todos los residuos peligrosos a los PMA.
[1] La razón principal de esta exigencia fue el hecho de que muchos países desarrollados exportaban desechos peligrosos a África.
En 1995, países europeos clave y las ONG ambientales exigieron la inclusión de una enmienda sobre la prohibición del Convenio de Basilea.
Sin embargo, varios países se opusieron firmemente a la enmienda.
A mediados de 2009, 65 países han ratificado la enmienda.