Una fuente no puntual de contaminación hídrica afecta los cuerpos de agua desde fuentes como escorrentías de áreas agrícolas que drenan hacia los ríos, o desechos lavados por el viento hacia el mar.
Si bien todos estos contaminantes se han originado en una fuente puntual, la capacidad de transporte a gran escala y las múltiples fuentes de contaminación la transforman en una fuente de contaminación no puntual.
[1][2] Otra significativa fuente de escurrimiento incluye la ingeniería de ríos y modificación del hábitat, y silvicultura (forestal).
Algunos pueden desembocar directamente en los espejos de agua, especialmente en regiones en desarrollo y suburbanas.
Por lo tanto, porque no es causado por una actividad fácil de identificar y regular, las fuentes de contaminación de escorrentías son también tratadas como una verdadera fuente no puntual y las municipalidades trabajan para regularla, prevenirla y proteger contra ella.