Consultoría de gestión

Como Arthur D. Little se enfocó en la investigación técnica durante los primeros años, Frederick Winslow Taylor inició la primera consultoría de gestión, quien en 1893 abrió una consultoría independiente en Filadelfia.

[2]​ A partir de la década de 1950, las consultorías no solo ampliaron considerablemente sus actividades en los Estados Unidos, sino que también abrieron oficinas en Europa y luego en Asia y América del Sur.

La industria experimentó un crecimiento significativo en los años 80 y 90, ganando una importancia considerable en relación con el producto interno bruto nacional.

Se cotizan en la Bolsa de Nueva York con el ticker ACN.

[6]​ Los consultores pueden funcionar como puentes para la información y el conocimiento, y los consultores externos pueden proporcionar estos servicios de puente más económicos que las propias empresas.

[7]​ El compromiso proactivo de los consultores se realiza principalmente con el objetivo de encontrar puntos débiles ocultos y mejorar el rendimiento, mientras que el compromiso de los consultores reactivos se dirige principalmente a resolver los problemas identificados por las partes interesadas externas.

Desde 2010 hasta 2013, varias firmas de los Cuatro Grandes han intentado adquirir Roland Berger.

[14]​ Se ubicaron en el puesto número 4 en las clasificaciones de Vault en 2018, 2017 y 2016 para firmas consultoras.

Los autores señalaron que dado que el conocimiento se democratiza y la información se hace más y más accesible para todos, el papel de los consultores de gestión está cambiando rápidamente.

[21]​[22]​ En 1988, el recién elegido Gobierno del Estado de Greiner encargó un informe a la Autoridad de Ferrocarriles del Estado por Booz Allen Hamilton.

En Nueva Zelanda, el gobierno ha tenido históricamente un papel más importante en la provisión de infraestructura y servicios que en otros países.

Las razones que contribuyeron incluyeron una escala insuficiente en el sector privado, mercados de capital más pequeños y un apoyo político histórico para la prestación de servicios gubernamentales.

Existe una distinción[25]​ entre los consultores de gestión (que generalmente brindan asesoramiento y entregables fijos, a menudo por una tarifa fija) y los contratistas profesionales (que trabajan para una tarifa por hora o por día prestando servicios especializados).

Como se indicó anteriormente, la consultoría de gestión es una profesión no regulada, por lo que cualquier persona o empresa puede diseñarse como consultores de gestión.

Sin embargo, un examen detallado muestra que la mayoría de los consejos dados hoy contienen brechas e inconsistencias que pueden prevenir resultados positivos en el futuro.

Los consultores suelen participar demasiado tarde, cuando el problema es visible en la punta de iceberg de la organización, por lo que se recomienda un chequeo proactivo, como un chequeo médico regular.

Estos consultores aportan pocas innovaciones, en lugar de ofrecer estrategias y planes genéricos y "preenvasados" que son irrelevantes para el problema particular del cliente.