Fue organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y buscó consultar a los ciudadanos sobre si efectuar «las acciones para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos».
[24] En este sentido, aunque se pronosticaba su rechazo, quince días después, el 1 de octubre, el tribunal determinó —con seis votos a favor y cinco en contra— constitucional la materia de la consulta, pero optó por reformular la pregunta.
Por su parte, este último tendría 72 horas —después de recibir la información— para efectuar el cómputo total y emitir la declaratoria de resultados, que debía dar a conocer al terminar el periodo para impugnaciones y que estas fueran resultas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
[52] Por tanto, inicialmente se descartó que hubiera un Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) o un conteo rápido, sino un micrositio con los cómputos en tiempo real.
En ese periodo, el instituto aprobó 65 campañas promocionales para la difusión del ejercicio,[65] para lo que se usaron espacios como el programa Aprende en casa de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
[73][74] El 23 de julio, ante una denuncia del Partido Acción Nacional (PAN), el INE permitió que Morena promoviera la consulta en redes sociales, pero no a través de tiempos oficiales en radio y televisión.
[80][81] El INE también desarrolló 105 contenidos para sus redes sociales, en las que realizó 933 publicaciones o entradas.
[89] Unos días después, la Junta General Ejecutiva aprobó el primer proyecto para la organización, que implicaba 1.9 millones de pesos para el desarrollo de «sistemas digitales que permitan capacitar y organizar» las mesas directivas de las casillas electorales, sin especificarse cuántas se instalarían y si se usarían boletas o urnas electrónicas.
Además, las únicas opciones de respuesta a la pregunta señalada en el anverso serían recuadros con «Sí» y «No».
[3] Seis días antes, comenzó a funcionar un minisitio del INE —«Ubica tu mesa»— para localizar la mesa receptora por sección distrital, sin embargo, recibió críticas por fallas y problemas para localizarlas.
Por tanto, mientras que en los comicios había un promedio de una casilla por cada 574 personas, en la consulta habría una mesa por cada 1635 ciudadanos.
[134] No obstante, poco después la SCJN desechó esa nueva petición al considerar que se correspondía con la del presidente, previamente discutida y avalada.
[135] En este sentido, luego de anunciarse esa última decisión del tribunal constitucional, algunos políticos y ciudadanos la criticaron bajo la etiqueta «#LaJusticiaNoSeConsulta»,[136] como el Partido Acción Nacional (PAN), que la calificó de «ilegal e inconstitucional y es muy penoso que algunos ministros se presten a las artimañas electorales del Presidente».
[156] Por su parte, el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Santiago Aguirre, respaldó la consulta porque «hay que ampliar la democracia participativa en México y porque se deberían procesar los agravios impunes, poniendo en el centro a las víctimas», aunque aseveró que se cumpliera o no la participación necesaria para ser vinculante el Estado persistía en su «obligación de garantizar justicia, verdad y memoria ante [las] graves violaciones a [los] derechos humanos que se cometieron».
[160][161] En este sentido, José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, lo consideró un «circo político» y una organización reunió quince mil firmas bajo el lema «Presidente, deje la farsa y aplique la Ley».
[164][165] A las 09:34 horas se reportaban 37 574 mesas de votación instaladas, con Baja California y Sonora con el menor número hasta ese momento;[163] al corte de las 11:10 horas, la cifra había aumentado a 53 105 (93.04 %).
[166] Unas horas después, el organismo reportó ocho centros de votación —cuatro en Chiapas, dos en Veracruz y uno en Baja California y Nuevo León— que no serían instalados por «decisiones comunitarias»,[167] así como un avance cercano al 99 % con 56 791 mesas instaladas a las 13:15 horas.
Además, en Chiapas se suspendieron las votaciones en dos mesas por participar ciudadanos no inscritos en la lista nominal.
Además, en la sesión del organismo se incrementó a 1142 el número de incidentes registrados en la jornada.
[10] El elevado rango para los votos nulos[n 7] se explicó al constatar que actas de seis mesas —recontadas en los cómputos distritales— tuvieron el error de registrar las boletas sobrantes como nulos.
[178] La noche del 2 de agosto, el INE dio a conocer los resultados finales al concluir a las 21:15 horas los cómputos de los votos,[179] retrasados al menos cinco horas por diecisiete paquetes trasladados desde zonas serranas.
[180] Tales cifras confirmaron las señaladas en el conteo rápido, con una participación del 7.11 % y 6.6 millones de papeletas, con la gran mayoría (6.5 millones equivalentes al 97.72 %) en favor del «Sí», y sin ser vinculatorios por no lograr el 40 % de participación requerido por la ley.
[183] La mayor participación se dio en los estados del sur del país y en los gobernados por el partido Morena —entidades encabezadas por partidos opositores al gobierno federal en el momento de la consulta, como Aguascalientes, Durango, Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas, obtuvieron las menores participaciones, por debajo del 5 %[184]—, además de que solamente en siete se superó el 10 % de participación; Tlaxcala (11.6 %), Tabasco (11.26 %), y Guerrero (10.85 %) registraron la mayor cantidad de votantes, frente a Chihuahua (3.12 %), Zacatecas (3.38 %) y Nuevo León (3.48 %) con la menor.
[181] El presidente López Obrador aseguró en su conferencia del 2 de agosto que el ejercicio había sido exitoso, se dijo «contento» con los resultados y rechazó que la consulta hubiera sido un fracaso: «¿Cuándo va a fracasar la democracia?
[191] Por su parte, los expresidentes Fox y Calderón se congratularon por la participación e incluso el primero la consideró «la más baja votación de todos los tiempos».
Por tanto, señala la autora, «el mecanismo que se ponía en operación por primera vez en nuestro país merecería una mejor pregunta, un compromiso más serio por parte de los actores y un mayor involucramiento de la ciudadanía».
[206] Por su parte, algunos expertos argumentaron que una problemática del ejercicio fue la pregunta, al ser «poco clara».
Al analizar un conjunto de emociones, los autores encontraron que «esperanza», «alegría» y «enojo» eran más frecuentes entre quienes sí habían participado y apuntaban que «las variables más importantes para acudir a votar en la consulta popular fueron emocionales, en específico la esperanza».
[209] Esta fue la primera consulta popular oficial en el país —regulada por la Constitución— y,[210] considerando las informales realizadas previamente, la que tuvo la participación ciudadana más alta.
[205] De acuerdo con una encuesta de El Financiero publicada unos días después del referéndum, un 67 % de los cuatrocientos sondeados consideró un «fracaso» la consulta, lo que en su opinión obedeció a que «no se promovió adecuadamente» (38 %), «no interesó» (20 %) y a que había «otros temas más importantes para consultarle a la ciudadanía» (16 %), entre otras causas.