Iridium Communications es propietaria y operadora de la constelación, vendiendo además equipos y acceso a sus servicios.
[3] Los satélites se colocan en órbita terrestre baja a una altura de aproximadamente 781 kilómetros (485,3 mi) e inclinación de 86,4°.
En 1999, The New York Times citó a un analista del mercado de la telefonía inalámbrica, considerando que la gente tenía "un número que podía llevar consigo a cualquier parte" como "caro... Nunca hubo un mercado viable"[4] Debido a la forma de las antenas reflectantes de los satélites Iridium originales, los satélites de la primera generación concentraban la luz solar en una pequeña zona de la superficie terrestre de forma incidental.
Esto dio lugar a un fenómeno llamado llamaradas de Iridium, por el que el satélite aparecía momentáneamente como uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno y podía verse incluso durante el día.
[5] Los nuevos satélites Iridium no producen llamaradas.