Como respuesta a esta crisis, la Comisión encargó a un grupo dirigido por Jacques de Larosière la elaboración de recomendaciones dirigidas a reforzar el dispositivo de supervisión financiera europeo.
En el marco del nuevo escenario surgido tras la crisis, parecía esencial disponer de capacidad para determinar los riesgos para la estabilidad e instaurar un sistema de alerta eficaz.
El dispositivo macroprudencial entonces vigente se encontraba demasiado fragmentado, y la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa al Parlamento Europeo y al Consejo para elaborar un nuevo marco reforzado de supervisión a nivel europeo.
La JERS no dispone de competencias jurídicas vinculantes, pero tiene genéricamente asignadas las siguientes funciones: La JERS forma parte integrante del marco jurídico e institucional de la Unión.
Su creación se fundamenta en los Tratados consitutivos y es un organismo sin personalidad jurídica.