Ese mismo año obtiene la cátedra de Teología en Leiden al morir Arminius.
Vorstius afirmó, en su defensa que no compartía esos puntos de vista y apeló a la libertad de comprensión culpando a otros, entre los que se encontraba Sibrandus Lubbertus, por despertar el interés en estas cuestiones al intentar suprimir la discusión sobre ellas.
[9] A medida que crecía la controversia, su nombramiento se convirtió en una causa en la lucha entre los remonstrantes y gomaristas tanto en la vida eclesiástica como política.
Johannes Wtenbogaert y Johan van Oldenbarnevelt, líderes de los remonstrantes, acogieron con entusiasmo su nombramiento pues daría voz al arminianismo en Leiden.
[8] Lubbertus, líder de la oposición a Vorstius, afirmó que la religión verdadera estaba bajo ataque.
Por ejemplo argumentaba que si la esencia divina tiene una extensión y una magnitud, no puede a la vez ser infinita.
Es por ello que la voluntad divina, aunque esencial en sí misma, en su contingencia o las operaciones arbitrarias pueden ser mutables y no uniformes en sus movimientos.
[12][13] En 1612, el Rey Jaime I hizo público un texto que incorporaba sus diversos tratos con las Provincias Unidas en el caso de Vorstius durante los dos años anteriores.
Johan van Oldenbarnevelt, gobernador neerlandés y arminiano, prometió al embajador inglés que consideraría la propuesta de Jaime I.
Jaime I, molesto por la frialdad de la respuesta neerlandesa, respondió que si no lo expulsaban, la amistad entre sus países peligraría.
[18] Vorstius respondió a las condenas inglesas en la obra Christiana & modesta responsio, ad articulos quosdam, nuper ex Anglia transmissos (Una respuesta cristiana y modesta a ciertos artículos, enviados recientemente desde Inglaterra) de 1611.
Vorstius publicó una respuesta a Piscator en 1617 y otra al gomarista Festus Hommius un año después.