Un conjuro es una fórmula mágica con la que se pretenden realizar diversos actos mágicos, principalmente el de hacer un hechizo, invocar una divinidad o una fuerza sobrenatural para pedir su intervención, o el de exorcizar o ahuyentar el mal.
El conjuro más conocido popularmente sería el "Abrakadabra", considerada por algunos como la frase que más se pronuncia universalmente en otros lenguajes, sin necesidad de ser traducida.
La mayor parte de copias de antiguos conjuros mágicos fueron en gran medida destruidas en muchas culturas tras el éxito de las grandes religiones monoteístas: Islam, Judaísmo y Cristianismo, que asocian la actividad mágica con el demonio.
[1] Alguno de los ejemplos más relevantes de antiguos conjuros conservados se encuentran en el Libro de los Muertos y describen los rituales mágicos que acompañaban los procesos de embalsamamiento y enterramiento y que fueron recuperados recientemente cerca del mar Muerto en el Antiguo Egipto.
Estos últimos se pueden dividir en dos clases: conjuros para alejar a una personas cercana, y hechizos para alejar a una tercera persona que trata de interferir en la vida de pareja de quien realiza o encarga ese conjuro.