[1] Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en que Europa quedó completamente arruinada, diversas voces se alzaron para impedir que una tragedia similar se volviera a repetir.
[1] Sin embargo, desde el inicio también surgieron los primeros conflictos entre los partidarios de una federación europea (como Francia, Bélgica e Italia) y los defensores de una cooperación intergubernamental tradicional (como el Reino Unido, Irlanda y los Países Escandinavos).
Robert Schuman, que le sucedió días más tarde, mantiuvo esta invitación.
Esta decisión fue revisada a propuesta del Reino Unido, ya que solicitó que fueran sus Gobiernos quienes les designaran.
[1] El tratado que constituye el Estatuto del Consejo de Europa fue firmado el 5 de mayo de 1949, en el Palacio de Saint James, en Londres, rubricado por diez Estados: Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos y Reino Unido, a los que se unieron Irlanda, Italia, Dinamarca, Noruega y Suecia.