Confusión (psicología)

Existen varios grados que van desde una leve obnubilación hasta el estado de estupor.[2]​ Este estado mental agudo, caracterizado por una concepción desordenada del medio, delirio, reducción de la capacidad de observación, confusión, patológicamente hablando, comúnmente se refiere a la pérdida de orientación (habilidad para ubicar correctamente cosas como el tiempo, lugar e identidad personal) y de la memoria (habilidad para recordar correctamente eventos previos o aprender nuevo material).[3]​ Algunos casos graves pueden generar ilusiones, insomnio y alucinaciones.Puede producirse en condiciones de una gran tensión mental.[4]​ La confusión no es sinónimo de la inhabilidad de poner atención, aunque la inhabilidad para poner atención puede causar, o contribuir a generar la confusión.