Está delimitado por el curso del río Cinca en el límite provincial de Huesca y por el curso del río Segre entre el puente de Seròs y La Granja de Escarpe, en el Segriá.
La amplia lámina de agua de la confluencia, con frecuentes isletas y cañaverales que la pueblan, es el hábitat idóneo para multitud de aves, tanto sedentarios como migratorios.
[2] En cuanto a la fauna, las aves son el grupo más destacado, ya que acoge desde colonias de martinetes o todo tipo de aves rapaces hasta las aves de los ambientes desérticos, incluyendo una extensa representación de especies escasas y amenazadas en Europa como la cucuta terronera.
Se añaden, notoriamente, los reptiles, anfibios y los mamíferos como murciélagos, una abundante población de ciervo y más escasamente la nutria y la cabra salvaje.
En este paisaje también abundan las plantaciones de chopos, forrajes (alfalfa) y cereales de verano (maíz), si bien los huertos son actualmente minoritarios.