Las condiciones para la admisión a la Internacional Comunista, popularmente conocidas como las 21 condiciones o los 21 puntos, eran los puntos ideológicos y organizativos que debía aprobar todo partido u organización que quisiese adherirse a la Internacional Comunista.
Cuando el primer congreso fue convocado, en la mayoría de los países solamente había corrientes y grupos comunistas.
Los partidos con una posición intermedia y los grupos centristas, al darse cuenta de que la Segunda Internacional es del todo irrecuperable, intentan encontrar apoyo en la Internacional Comunista, que cada vez es más fuerte.
Además, en alguno de los partidos más consistentes (Italia, Suecia, Noruega, Yugoslavia, etc.) en los que la mayoría se ha adherido al punto de vista comunista, persiste todavía una corriente reformista y socialpacifista que espera solamente el momento propicio para volver a levantar la cabeza y empezar el sabotaje activo de la revolución proletaria, ayudando de esta manera a la burguesía y a la Segunda Internacional.
Por eso el segundo congreso de la Internacional Comunista juzga necesario formular con absoluta precisión las condiciones para la admisión de nuevos partidos, e indicar a los partidos que ya se han adherido los deberes que tienen.
No se puede permitir que las editoriales abusen de independencia y desarrollen una línea política que no esté en absoluta armonía con la línea política del partido.
Actualmente la actividad comunista en las zonas rurales está adquiriendo una importancia de primer orden.
La Internacional Comunista exige rotunda y categóricamente que tal ruptura se produzca lo antes posible.
La Internacional Comunista no puede permitir que oportunistas tristemente famosos como Turati, Modigliani, Kautsky, Hilferding, Hillquit, Longuet, MacDonald, etc., tengan el derecho de pasar por miembros de la Internacional Comunista.
Las células comunistas deben estar completamente subordinadas al conjunto del partido.
12.- Los partidos que pertenezcan a la Internacional Comunista deben basarse en el principio del centralismo democrático.
17.- En este sentido, todos los partidos que quieran adherirse a la Internacional Comunista deben cambiar de nombre.
Por este motivo todas las centrales de partido deben comprobar que las decisiones del segundo congreso de la Internacional Comunista han sido comunicadas a todas las organizaciones locales.
20.- Los partidos que ahora quieren entrar en la Internacional Comunista, pero que no han cambiado todavía radicalmente su vieja estrategia, antes de entrar en la Internacional Comunista deben hacer que su comité central y todos los organismos dirigentes centrales estén compuestos por no menos de dos tercios de compañeros que ya antes del segundo congreso propugnaran públicamente e inequívocamente la entrada de su partido en la Internacional Comunista.
Se pueden hacer excepciones con el consenso del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista.