Condensador social

En la conferencia inaugural del primer grupo OSA en 1928, Moisei Ginzburg dijo que «el objetivo principal de [...] El constructivismo es definir el condensador social de la época».El único edificio que encarna bien esta idea es la Narkomfin en Moscú, comenzó en 1928 y terminado en 1932.En el libro Content del arquitecto holandés Rem Koolhaas y la Office for Metropolitan Architecture, un condensador social se describe como una "capa programática sobre un terreno vacío para fomentar la coexistencia dinámica de actividades y generar, a través de su interferencia, eventos sin precedentes".[2]​ A través de estas “interferencias”,[2]​ Vladimir Lenin esperaba que los condensadores sociales ayudaran al surgimiento y avance de una conciencia soviética superior que valorara la interacción colectiva por encima de todo.La teoría constructivista que dictaba gran parte del discurso en la Rusia soviética ayudó a impulsar esta agenda de reforma y reinvención ideológica, consolidando en última instancia la posición del condensador social como una alegoría arquitectónica de los ideales socialistas.