El Conde Deodatus fue uno de los primeros cristianos que establecieron contactos con el gran príncipe Géza de Hungría en el siglo X, cuando los húngaros comenzaron a cristianizarse, y finalmente se asentó en los territorios de este monarca.
Según la tradición proveniente del siglo XIV, Deodatus fue padrino de bautizo del hijo de Géza, Esteban I, y fundó un monasterio benedictino al noreste del reino húngaro.
Puesto que Esteban no llamaba a Deodatus por su nombre propio sino le decía afectuosamente "Tata", tanto el castillo, el monasterio y posteriormente la actual ciudad de Tata recibieron el nombre en honor al conde.
[1] Sin embargo, algunos historiadores modernos aseguran que probablemente Deodatus no haya sido una figura histórica real, puesto que la familia Sanseverino llegó a Salerno en 1045.
También es probable que de haber existido Deodatus, su origen fuese otro o que perteneciese a una rama diferente de la familia.