El Condado de Gijón fue un título nobiliario castellano creado en el siglo XIV.
Alfonso acumuló un gran poder en la región de Asturias, lo que lo llevó a enfrentamientos constantes con la Corona, particularmente durante el reinado de Enrique III de Castilla.
En 1394, tras varias tensiones políticas y militares, el rey Enrique III lanzó una campaña para someter al conde, quien había fortificado los castillos de Gijón y Soto del Barco.
Alfonso fue derrotado y se exilió en Portugal.
Entre las posesiones más destacadas del condado se encontraban: