Concierto para piano n.º 1 (Ginastera)

La partitura está escrita para piano solista y una gran orquesta formada por: dos flautas, flautín, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes, clarinete en mi bemol, clarinete bajo, dos fagots, contrafagot, cuatro cornos franceses, tres trompetas, tres trombones, tuba, timbales, cinco percusiones, arpa, celesta y cuerdas.

La parte masiva del solo, interpretada sin miedo por Sergio Tiempo, va desde partes inquietantemente jazzísticas hasta grandes explosiones de color del teclado que el pianista venezolano parecía nacido para revelar.

Emerson sabía que Ginastera vivía en Ginebra, consiguió su número telefónico, lo llamó y se reunieron.

El gesto fue mal interpretado por Keith Emerson, quien creyó que el compositor había odiado la versión.

Sin embargo, más adelante comentó: “Ustedes han capturado la esencia de mi música, y nadie lo había logrado hasta ahora.”[8]​ No sería la única pieza versionada por Keith Emerson, quien más adelante hizo «Creole Dances», basada en la Suite de Danzas Criollas.