Tras el estreno, la obra se interpretó al año siguiente en Roma.
[1] Rodrigo se inspiró en el ambiente de la España del siglo XVIII y la música de Boccherini, pero con un tono popular e irónico, sobre todo en el primer movimiento,Allegretto grazioso.
La obra se cierra con un Rondó: giocoso de aire popular.
La orquestación es clásica: dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas y cuerda.
Es liviana y permite al solista desplegar sus recursos con comodidad.