Las comunidades de regantes son corporaciones de derecho público, adscritas a los organismos de cuenca, que se encargan de organizar los aprovechamientos colectivos de aguas públicas, superficiales y subterráneas que le son comunes.
Se trata de organizaciones de riego genuinamente españolas y de origen milenario, basados en sistemas romanos y árabes.
[1] En ellas los agricultores se agrupan con la finalidad de autogestionarse para distribuir el agua de riego de un modo eficaz, ordenado y equitativo entre sus miembros.
Desde el punto de vista organizativo las comunidades de regantes se componen de los siguientes cuerpos: Esta última cuenta con el primer Centro de información y Alertas de Riego de España, que garantiza el uso eficiente del agua.