Los compuestos de mercurio son productos químicos altamente peligrosos para la salud humana y el medio ambiente.
Los efectos en la función cerebral pueden resultar en irritabilidad, timidez, temblores, cambios en la visión o audición y problemas de memoria.
Los trabajadores en las industrias que usan o producen mercurio y sus compuestos (minas de mercurio y refinerías, manufactura química, campos dentales/de salud, fábricas metalúrgicas) están a riesgo de exposición.
La gente puede también estar expuesta al mercurio por trabajos dentales y tratamientos médicos.
No hay datos suficientes para determinar la toxicidad aguda del mercurio y sus compuestos en plantas, aves o animales terrestres.
Estas concentraciones serán considerablemente mayores que las del agua donde se pescan los peces.
El cloruro de mercurio actuará como una partícula, que sigue las pautas del viento y es depositada por la lluvia.