En distintas oportunidades llegó a las noticias en todo el mundo a raíz de violentos enfrentamientos entre narcotraficantes asentados en las favelas del barrio y personal policial, como el conflicto ocurrido en 2007.
[3][4] El nombre obedece al inmigrante Leonard Kaczmarkiewicz, dueño de las tierras donde se asentó a inicios del siglo XIX.
[2] El crecimiento de las favelas hizo que traspasaran los límites del barrio y se extendieran hacia los barrios Olaria, Ramos, Bonsucesso, Inhaúma, Higienópolis y Penha.
[2][1][13][5] En la década de 1920 ya vivían en el área pequeños productores rurales y se había construido un núcleo de asentamientos irregulares que pagaban un alquiler y otras viviendas precarias erigidas tras la ocupación informal de algunos terrenos (principalmente en la zona más alta del cerro).
En esos años nacieron las primeras asociaciones de moradores, que se encargaron de organizar las ocupaciones, abrir calles y coordinar cuestiones ligadas a la infraestructura.
Pero muchas familias no recibieron su nueva vivienda, y los anuncios de alcantarillado sanitario, iluminación y pavimentación (especialmente en las zonas de relocalización) no llegaron a concretarse.
Solamente continuaban en funcionamiento la Vila Olímpica do Alemão (espacio deportivo) y la escuela secundaria Jornalista Tim Lopes.
[24][25] Tiene 3,5 kilómetros de extensión con seis estaciones: Bonsucesso (integrada al transporte ferroviario), Adeus, Baiana, Alemão, Itararé y Palmeiras, donde funcionaba un centro cultural.
Tras el hecho, Comando Vermelho se dividió en distintas ramificaciones; algunas fuentes indican que esa guerra entre narcotraficantes y otros enfrentamientos de grupos criminales crecieron hasta provocar más de treinta mil muertes.
Al menos 11 de las personas fallecidas no tenían relación con el narcotráfico, según indicaron desde la Ordem dos Advogados do Brasil.
En total hubo 42 muertos, alrededor de 80 heridos y ningún traficante detenido.
Narcotraficantes huyeron por la zona llamada Inferno Verde, que conecta con las favelas de Penha.
Paulatinamente se produjeron cada vez más tiroteos en las calles de las favelas, especialmente entre 2014 y 2015.
Murieron 16 presuntos miembros de organizaciones criminales, una vecina y un policía.