El gobierno armenio privatizó la gestión en 2005 a un grupo ruso, BAMO Holding, por 5,7 millones de dólares.El grupo ruso se mantuvo al frente hasta que en 2014 terminó perdiendo el control por el impago de deudas, y el gobierno cedió temporalmente la instalación al ministerio de Defensa.[1][3] En 2015, el estado llegó a un acuerdo con el grupo nacional NTAA Investment, en esta ocasión por 30 millones de dólares.[2] El proyecto contemplaba la transformación del espacio en un complejo familiar con hoteles, salas de conciertos, recintos feriales, tiendas y restaurantes.Sin embargo, el plan no salió adelante por insolvencia y la propiedad quedó de nuevo en manos públicas.